Valiente Valentín

martes, 14 de febrero de 2012

No hubo palabras,
sus ojos se bañaron en los míos desnudando su alma.

Su tímida sonrisa aceleró mi derrota;
fundido mi yelmo y  mi espada,
 un miedo cerval me dejó presa , sabiendo,
que arrebataría la fragilidad de un corazón
que desde ese momento dejaba de ser mío.

Invadiendo un espacio que sólo a él pertenecía
pasadas primaveras, otoños e inviernos
sería para siempre el amor de mi vida...

0 comentarios:

Publicar un comentario