skip to main |
skip to sidebar
Publicado por
Carmen Vikinga
en
21:43
Al otro lado del espejo tengo escondidos
delicados secretos atesorados:
Un billete de ida,
que va sin vuelta
y una vieja maleta
donde fui empaquetando,
mis recelos y miedos, por orden de llegada,
porque las alegrías las llevo puestas.
Asento allá un jardín
con un árbol sin hojas
que, en el otoño,
cubro de lentejuelas de mil colores,
y a la merced del viento,
fulgurando hermosura, dancen las flores.
Entre sus ramas,
envuelto en celofán, pendí un vestido;
con botones de lacre
he dejado selladas sus aberturas,
así no han de escaparse,
los besos que en la noche
me dejes en la espalda.
Guardo un candil de aceite;
la lengua de su llama
habita en su interior un caprichoso genio,
tentando mi deseo,
si acaricio su bronce
perezosas luciérnagas me llevan a tu encuentro.
Preservando la magia de mi vidrio encantado,
la brasa de mi aliento,materia incandescente,
incuba, al otro lado,
la huella
que en mi cuerpo ha dejado,
la pasión de tus besos ,
el sudor de tu piel,
el juego de tus manos.
Todas estos secretos guardo en mi espejo,
todos estos valores atesorados.