Sonó el despertador y permaneció escondida entre sus sueños. Acariciando su precioso pelo, robé su descanso para obligarla a un futuro prometedor.
- No quiero ir, mami, hoy no quiero ir...
Intentando calmar su angustia, prometí su divertimiento con los demás niños, celebré que aprendería cosas nuevas que le iban a entusiasmar. En silencio, con sus somnolientos ojos desafiantes se dejó vestir. Preparada para su encierro, salimos de casa mientras el frío nos daba los buenos días. Y llegadas al colegio , apenas pude escuchar su adiós, mientras me miraba aguantando una lágrima que osaba resbalar por su carita. Solté su mano regalándole una sonrisa con la esperanza de que confiara en mí, y callada y triste se perdió tras la puerta entre la algarabía de los niños, quedando yo, con su corazón descorazonado dentro del mío...
Han pasado muchos años, hoy, antes de entrar al trabajo, me crucé con una madre y su hija y reconocí esa misma mirada de miedo en la niña, mientras aquella mamá le hacía la promesa que yo le hice un día a la mía.
Todo era por un prometedor futuro...Con los tiempos que corren, dónde está guardado ?